El Índice Construya cerró 2024 con una baja del 26,6%. Cayó la demanda de cemento, hubo un recorte drástico de la obra pública y el costo en dólares se ubica en máximos históricos.
La actividad de la construcción experimentó una caída interanual acumulada del 28,5% en los primeros doce meses de gestión de Javier Milei (diciembre 2023 a noviembre 2024).
“Esta profunda crisis, comparable solo a la vivida tras la salida de la convertibilidad, se caracterizó por una caída acelerada y sostenida”, señaló un informe de la consultora Analytica.
El trabajó detalló que el Índice Construya cerró el año con una baja del 26,6%, tras cinco meses consecutivos en descenso. La demanda de cemento, un indicador clave de la actividad, se desplomó un 25,3% interanual, alcanzando niveles mínimos históricos comparables a los de 2005.
Dos factores principales explican este escenario:
* Recorte drástico en obra pública: El gasto en obra pública se redujo un 76,5% en términos reales durante 2024. Esto se reflejó en la caída del 30,9% en los despachos de cemento a granel, generalmente asociados a proyectos de infraestructura.
* Costo de construcción en dólares en máximos históricos: El Índice del Costo de la Construcción (ICC) aumentó un 91,2% en 2024, muy por encima de la devaluación del dólar CCL (17,7%). Esto se tradujo en un costo de construcción en dólares sin precedentes, especialmente en los últimos meses debido a la caída del dólar CCL. El costo de los materiales, en particular, alcanzó su nivel más alto desde 2008.
A pesar de la crisis generalizada, se registraron algunos puntos positivos en el sector:
* Las escrituras crecieron un 31,2% en CABA y un 14,2% en Buenos Aires hasta noviembre, impulsadas por la apreciación cambiaria y la recuperación del crédito hipotecario.
* En Neuquén, el empleo en el sector se mantuvo estable gracias a la demanda generada por la expansión de la industria hidrocarburífera.
Sin embargo, el panorama general sigue siendo negativo, con una pérdida de 69.700 empleos formales y el cierre de 1.582 empresas entre noviembre de 2023 y octubre de 2024.
En un año electoral como 2025, la evolución del sector será crucial. Aunque históricamente la actividad de la construcción suele expandirse en años electorales, las señales del Gobierno de Milei apuntan a una profundización del ajuste, lo que no augura un futuro promisorio para el sector.